Cada
semana que va pasando, nuestro proyecto de la asignatura de Representación
Escénica de la compañía “3, 2, 1, acció!”,
va cogiendo más forma. Los disfraces cada vez más, se van pareciendo a los
insectos que conformarán nuestra obra; el guión de la historia y las canciones,
así como las bases musicales correspondientes, ya han sido aceptadas por Toni,
por lo que ahora falta ensayar y perfilar para mejorar al máximo; y además, ya
hemos podido conocer el escenario del Diario de Ibiza en el cual vamos a
representar nuestro musical. Por ahora, son todo buenas noticias, pero todavía
nos queda mucho trabajo por hacer, un gran escenario que preparar y diseñar, y
muchos los ensayos que nos quedan para realizar.
El pasado
jueves día 18 de abril, nuestro grupo volvió a reunirse en la clase de
representación escénica con Carmen. La verdad, que mi estado emocional no era
tan bueno como el de las otras veces, ya que a mi parecer, mi disfraz de
hormiga no estaba avanzando. Sentía que todavía no sabía muy bien cómo realizar
el disfraz para parecerme a una hormiga. Tenía alguna idea, pero todavía la
tenía que poner a la práctica, pero no sabía exactamente cómo hacerlo.
Por tal
de no quedarme de brazos cruzados, decidí ayudar a mi compañera Alicia a
terminar de pintar de color rosa fosforito sus alas de mariposa, las cuales
tendrán que brillar en la oscuridad (de allí que sean de color fosforito).
Carolina también se dispone a ayudarnos. A todas nos encanta pintar con
tempera, por lo que nos motivamos mucho, provocando así que nos lleguen ideas
más creativas y originales. Cuando estamos pintando, opto por contarles mi
pequeño problema, diciéndoles que no sé muy bien qué dirección seguir para que
el disfraz de hormiga quede lo más bonito posible y parecido a ella. Entre
todas vamos sacando posibles ideas, las cuales me encantan. Mientras tanto, Ana
sigue poniendo pelitos de lana azul a su brazo de oruga.
Una vez
que tenemos las alas de mariposa bien pintadas, Alicia y yo empezamos a buscar
material que llevemos para poder hacer mi disfraz de hormiga, mientras que
Carolina termina de arreglar sus alas rojas de mariquita. Para ello, coge un
trozo de media negra que le había sobrado de su máscara, y la corta en pequeños
trocitos, y después los va pegando por distintos huecos de las alas con
pegamentos superglu.
Mientras
tanto, yo me vuelvo a probar mi máscara lila de hormiga, para lograr un mejor
recorte de los agujeros de los ojos y de la boca. Después de esto, cojo dos
coladores de tamaño pequeño que previamente había comprado, y empiezo a pensar
cómo podría crear unos ojos de hormiga a partir de ellos. Juntándolos, veo que
puedo crear una especie de gafas, por lo que pido lana azul que le sobra a Ana.
Posteriormente, gracias a la ayuda de Alicia y Carolina, las cuales me ayudan a
aguantar los coladores, voy atando y haciendo nudos. Una vez que tengo toda la
lana puesta y los coladores ya se aguantan unidos por sí solos, los sujeto más
fuerte poniendo celo. El resultado queda algo así:
La verdad
que los ojos pueden quedar fantásticos, pero hay un pequeño problema. Los
coladores tienen dos extremos de hierro hacia fuera, que me pueden molestar, ya
veré en la siguiente sesión que puedo hacer con ellos…
Una vez
que tengo los ojos de hormiga medio terminados, me dispongo a crear mis alitas
de hormiga, las cuales deben ser más bien pequeñitas. Mi compañera Alicia me
presta alambre, y con la ayuda de Carolina, le damos la forma de una gota de
agua. Para juntar los dos extremos del alambre, Carolina tiene la idea de poner
pegamento superglu y un trozo de papel para que se sujete mejor. Después,
gracias a una sábana blanca que había traído, cortamos un trocito a medida del
alambre, y con pegamento superglu lo unimos todo.
Terminamos
una ala, después la otra, y… ¡alitas de hormiga terminadas! Mirad qué bonitas:
Cada vez
estoy más motivada. Parece que mi disfraz va cogiendo forma consistente.
Seguidamente, me pruebo un vestido lila que mi compañera Arancha había
encontrado por su casa, y la verdad que me llegará a ser de gran utilidad:
La sesión
de representación escénica va dando a su fin, pero todavía se nos ocurren más
ideas para mi disfraz. El culo de una hormiga es bastante pronunciado. Carolina
me da la idea de hacerlo con botellas de plástico unidas. La verdad que la idea
me encanta, pero todavía voy a investigar un poquito más…
¡Hasta la
próxima!
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