Escribo
esta nueva entrada para contaros una de las experiencias, que sin duda alguna,
estoy segura que no voy a olvidar. Estoy hablando de una experiencia que ha
supuesto mucho trabajo, esfuerzo y constancia a lo largo de casi 4 meses, pero
que tal y como esperaba, los resultados y los frutos obtenidos, han sido
fascinantes.
Un duro trabajo en equipo...
La
primera vez que se nos informó que teníamos que hacer un musical, diseñar el
escenario, los disfraces, las canciones,… y después representarlo delante del
público infantil, me supuso un gran mar de dudas, ya que pensaba que no sería
capaz, pero ahora una vez vivida la experiencia, puedo confirmar que sí. Como dice un refrán:
"Lo que parece imposible se vuelve posible al intentarlo"
"Lo que parece imposible se vuelve posible al intentarlo"
Situémonos
en los últimos días de preparativos, concretamente en los últimos días del mes
de mayo antes del 30 y el 31, es decir, antes del ensayo y la exposición final
al público. De estos últimos días, sólo puedo recordar nervios, estrés, últimas
perfecciones, pero con muchas ganas de mostrar delante de la gente lo que todo
el resto de mis compañeras y yo somos capaces de hacer, así como todo lo que
hemos aprendido.
Llega el día 30, día del ensayo general. Me
encuentro muy nerviosa y motivada a la vez. Es el primer día que vamos al
Diario de Ibiza para representar nuestra obra como si fuera la de la gran
final, delante de nuestras compañeras. Tengo decidido que el disfraz me lo
pondré en el vestuario, pero decido ir algo vestida desde mi casa, para que
después no haya falta de tiempo para la preparación del escenario. Tengo muchos
temores: que se nos haya olvidado parte de la decoración del escenario y que ésta
no se adapte bien, que alguna de mis compañeras o a mí misma se nos olvide
parte del guión, las canciones o la coreografía, que la voz no se proyecte
bien,...
También
temo las dimensiones del escenario, el cual me lo imagino realmente grande. Eso
no obstante, cuando entro en la sala de representación, rápidamente los temores
quedan atrás. La sala es más bien pequeña y acogedora, lo suficientemente
amplia, pero muy apta, desde mi perspectiva, para hacer mi primera representación
teatral delante de público al cual muchas de las personas que lo conforman, no
las conozco.
Una vez
dentro, con ayuda del profesor, empezamos a planificar cómo hacer los cambios
de escenario en el menor tiempo posible, entre una y otra representación
teatral. La verdad que es un poco difícil planificar el cómo, pero al final
conseguimos buscar la mejor forma. Simplemente cada componente del grupo se
tiene que ocupar de poner y quitar una parte del decorado, con la mayor
agilidad posible, para que se pueda dar paso a la siguiente representación.
Empiezan
los primeros grupos a hacer su primer ensayo encima del escenario. Mis compañeras
del grupo y yo, estamos realmente nerviosas, pero nos empezamos a tranquilizar
al ver que el resto de compañeras se lo están pasando realmente bien encima del
escenario. Llega nuestro turno, y cuando ya estamos allí, da la sensación de
ser alguien importante, con algo destacado a representar para el resto de
personas. Por mi cuerpo, así como en el resto de compañeras de mi grupo, pasan
muchos nervios (y hasta me falta la respiración), pero también muchas
sensaciones positivas y agradables. Al fin, la compañía “3, 2, 1, acció!” consigue
hacer su primer ensayo (el de “La transformació de l’eruga”) de forma realmente
satisfactoria, dando así por finalizados los posibles temores que habían
surgido previamente. Con este primer ensayo, me encuentro realmente preparada
para mostrarlo delante del público infantil, familiares y amigos al día
siguiente.
Llega el día 31, la gran
final, un día que nunca olvidaré. El día anterior ya habíamos hecho los
ensayos, por lo que este día ya está todo mucho más claro. Ahora sólo hace
falta mucho valor y optimismo, para transmitir nuestra historia al resto del
público, y especialmente, al público infantil, el cual lo vive como si se
encontrase en el propio mundo de la historia.
Entra una
gran cantidad de público en la sala, habrá mucha expectación, por lo que los
nervios se incrementan, pero la motivación y las ganas de hacerlo bien,
también. Empiezan los primeros grupos a representar y todo sale genial, sobre
ruedas. Al fin toca la historia de los insectos, la nuestra, y la experiencia
que se siente al estar encima del escenario con tanta gente, es fascinante.
Todo nos sale perfecto, y nuestra aventura encima del escenario se puede
considerar efímera. En poco tiempo, tenemos nuestra obra representada. La hemos
vivido con rapidez, pero con intensidad de emociones, y los motivos que lo
explican es que nos lo hemos pasado realmente bien, tanto, que ni siquiera nos
hemos dado cuenta que ya hemos terminado.
Terminan
todas las obras teatrales, y tanto mis compañeras como yo misma, nos sentimos
con más ganas de más. En mi caso, no tengo duda de que si tengo la oportunidad
de volver a subir encima de un escenario, no me lo pensaré. Subir encima de un
escenario no es fácil, y se necesita mucho trabajo, pero lo que se siente ahí
encima es tanto, que se vuelven a tener ganas de revivir.
Aquí
podéis ver partes de nuestra experiencia, la cual espero que os guste:
Mi grupo: La mariposa, la hormiga (yo), la mariquita, la araña, la oruga y la abeja
Todas las componentes de la obra de teatro...
Salimos en el Diario de Ibiza... ¡Qué emoción!
"La transformació de l'eruga" en vídeo...
Por último, únicamente decir, que si no hubiera sido por el trabajo conjunto con el resto de mis compañeras, la ayuda de mi profesor Toni y mi profesora Carmen, y gracias a la ayuda del Diario de Ibiza, esta experiencia inolvidable, no hubiera sido posible. ¡Muchísimas gracias!
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