domingo, 17 de febrero de 2013

Un mundo de creatividad muy significativo...


Parándome a pensar durante unos instantes, me he dado cuenta que muchos de nosotros no le damos la importancia que especialmente se merece el mundo del arte, de la creatividad, de la pintura y el de dejar volar libremente la imaginación para expresar algo que proviene del propio interior.

pinturas
http://www.flickr.com/photos/martius/5158431151/

Creo que muchas veces nos limitamos a crear, pero sin pensar que hay detrás de aquella creación. En otras, nuestra tendencia se basa en imitar unos modelos, ya que creemos que no servimos para dibujar, o que no tenemos imaginación ni espíritu creativo. Sin embargo, he podido llegar a la conclusión que hay que perder el miedo y que cada uno debe creer en sus propias capacidades. Esto ha sido posible, gracias a los distintos dibujos y creaciones que he ido haciendo a lo largo de la asignatura de plástica, y a medida de ir reflexionando sobre ellos. Gracias a éstos, he podido entrar en un mundo de creatividad muy significativo, y con una premisa muy clara:

"Para vivir una vida creativa debemos aprender a perder el miedo a equivocarnos" Joseph C. Pearce

Éste es uno de los aspectos principales que he aprendido a lo largo de la asignatura de plástica (entre muchos otros), y con el cual me he basado para hacer las distintas actividades artísticas, de las que especialmente me gustaría destacar dos. Las dos láminas que voy a explicar ahora me han resultado muy significativas para mi propio aprendizaje (además de interesantes y muy motivadoras), y son unas de las que especialmente me han hecho perder el miedo a equivocarme cuando dibujo. Antes tenía miedo de que no me saliera la creación artística (tal y como deseaba desde un primer momento), o pensaba que algunos dibujos no los podría realizar ya que no tenía las dotes artísticas necesarias para ello, pero esta perspectiva ha cambiado. ¿Por qué tener miedo a mostrar la creatividad que cada uno tiene en su interior?


LÁMINA: EXPERIMENTACIÓN CON TINTA CHINA

Una de las láminas que me ha gustado mucho ha consistido en lo siguiente: coger una lámina en blanco y dividirla en 16 cuadritos, para posteriormente, a través de empapar con tinta china distintos materiales con diferentes texturas, lograr múltiples estampados e imprentas, como si de huellas se tratasen, y sin repetir ninguna en cada cuadro.







Debo decir que en un primer momento, cuando la profesora nos pidió esta tarea, estaba bastante desorientada, aunque motivada a la vez. Sí que es verdad que había oído hablar de la tinta china, pero nunca la había utilizado, por lo que me encontraba bastante perdida, pero al mismo tiempo con mucho interés y curiosidad. Por lo tanto, era una lámina que me provocaba miedo por si no la realizaba bien, pero que a la vez me incitaba a aprender a perder el miedo a equivocarme, y a poner en marcha todas mis capacidades y dotes artísticas.

Para poder crear distintos estampados busqué por mi casa todo tipo de materiales: trocitos de tela de distinta textura, madejas de lana, cordones, algodón, esponjas, bayetas, hilo, papel higiénico, servilletas, cartón, estropajos,… cualquier material por muy simple que pareciese me era de gran utilidad, hasta con el mismo pincel de empapar con tinta china podía crear distintas “huellas”. Eso sí, tenía claro el material que quería, pero no sabía muy bien la cantidad, pero esto último tampoco me supuso ningún problema.

En cambio, lo que sí que me supuso un poco más de dificultad, fue entender cómo crear las huellas con tinta china a partir del material que había buscado. En un principio fue bastante caótico. Empapaba el pincel con tinta china, después el material escogido, y obtenía una y otra vez como resultado una gran mancha negra. No lo entendía. A algunas compañeras no les pasaba.

Voy a poner un ejemplo. Imaginemos que en el suelo se ha derramado chocolate caliente, no la vemos, la pisamos con la huella de los zapatos, y después vemos por toda la casa estampas que recrean la suela del zapato. La lámina que teníamos que realizar venía a ser esto, pero yo no entendía qué provocaba que me saliese una gran mancha negra, y no la textura del material.

Huellas de odín
http://www.flickr.com/photos/anarey/6980463907/

Después de reflexionar un rato me di cuenta que si había mucha tinta, lo mejor era coger otra hoja y exprimir y escurrir la cantidad de tinta, dando pequeños golpecitos con el material, hasta que quedase el nivel de tinta deseado para crear la huella. Por fin lo había logrado entender. La mejor opción se encontraba en poner la tinta justa y necesaria en cada material, para después, a través de ligeros toquecitos, plasmar su huella en la lámina.

Una vez entendido, el uso de la tinta china me pareció fascinante y maravilloso, una gran oportunidad para desarrollar mi capacidad creativa a partir de un nuevo material que nunca había utilizado. ¿El resultado? Una creación artística con unos resultados espectaculares, y fuente de un gran aprendizaje.


LÁMINA: EXPERIMENTACIÓN CON TEMPERAS

Otra lámina que también me ha gustado mucho, y que me ha parecido muy significativa y enriquecedora, además de hacerme sentir como si volviera a la infancia (pero una infancia que no tiene miedo a experimentar), ha consistido en lo siguiente: coger una lámina en blanco, dividirla en 25 espacios, y a partir de únicamente tres colores (amarillo, magenta y azul cyan), rellenar cada espacio con un color diferente, surgido de la combinación de los tres mencionados.




Debo decir que la idea de realizar esta lámina me pareció fascinante. Ya de pequeña me había gustado mucho pintar con temperas, pero no había sido capaz de crear más de 8 o 9 colores diferentes, a partir de combinarlos entre ellos. Por eso, hacer esta lámina ahora, me suponía un reto muy importante para mí.

Desde siempre, el simple hecho de coger un pincel y empaparlo con tinta de color me ha parecido maravilloso, y me hace transcurrir en mí una serie de sensaciones positivas que son difíciles de explicar. Pintar con temperas sobre una hoja me transmite bienestar, calma y mucha relajación, al igual que cuando escucho música (motivo por el cual he realizado esta lámina con compañía de ésta última). Me alivia el estrés. Creo que vivimos en un mundo demasiado acelerado, donde muchas veces el tiempo nos domina. Por ello, veo necesario dedicar pequeños espacios de tiempo a realizar actividades de este tipo, con las cuales, a través de la expresión artística, cada uno puede demostrar sus propios sentimientos más profundos. Además, des del punto de vista de maestra de educación infantil, también veo muy adecuado que los niños realicen actividades de este tipo. Muchas veces limitamos su creatividad, y si dejamos que jueguen y experimenten libremente con las temperas y sus distintas combinaciones de color, podemos lograr que aprendan, se relajen y disfruten.

Pintado del Mural por los niños y niñas de Piñas en el Sector La Cadena
Cuando empecé a realizar esta lámina de la que estoy haciendo mención, el primer pensamiento que me vino a la cabeza es: únicamente tengo tres colores, ¿cómo voy a lograr tantas tonalidades distintas? No voy a poder. Pero esta actividad me supuso de nuevo otra oportunidad para aprender a perder el miedo a equivocarme. Simplemente se trataba de ir mezclando colores, sin miedo: amarillo con azul para crear verde, azul con magenta para crear morado, magenta y amarillo para crear naranja, naranja con verde, morado con,… y así constantemente. A partir de aquí descubrí, que son muchas las combinaciones que se pueden hacer, y muchas las tonalidades que se pueden obtener (más de las que yo imaginaba).
¿El resultado? Una lámina llena de colores, y una gran oportunidad para el desarrollo de la creatividad y la imaginación.

Por lo tanto, estas dos láminas que he terminado de explicar me han supuesto una gran oportunidad para mi propio aprendizaje y para el desarrollo de mi espíritu creativo. Eso no obstante, ninguna de las otras láminas que he realizado a lo largo de la asignatura de plástica se ha quedado atrás. Todas y cada una de ellas me han supuesto un verdadero aprendizaje y una posibilidad más para la reflexión, ya que muchas veces creamos, pero no sabemos lo que creamos. Aquí podéis ver algunos ejemplos de otras láminas que he realizado:































































































Para finalizar, únicamente decir que la asignatura de plástica en general me ha supuesto una experiencia muy positiva, a la cual estoy muy agradecida, y sin la cual no me podría haber dado cuenta de esto:

“Sin el arte la vida sería un error"
 Friederich Nietzsche

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